Según el reconocido filósofo de la ciencia, Ervin Laszlo, el Akasha es el concepto metafísico proveniente de la tradición hindú antigua. Desde aquellos tiempos, se aseguraba que es un campo sutil que permea todo el universo y que actúa como una especie de memoria cósmica en la cual se almacenan las experiencias y conocimientos de todo lo que ha sucedido, sucede y sucederá.
También podemos ver, que es idéntico a otras realidades más conocidas en occidente, como la Lattice de Jacobo Grinberg o la Totalidad de David Bohm o la Inteligencia del Corazón que funciona a través de la Coherencia Cardíaca, de acuerdo al Instituto Matemática del Corazón en California.
El Akasha puede entenderse como un tejido informacional que subyace a todas las cosas y fenómenos del universo. Este tejido contiene la información y los patrones que dan forma y gobiernan esa realidad que llamamos física. Es una aspecto de la Conciencia única e infinita que, aunque indivisible, debemos usar varios nombres para intentar comunicarla. El acceso al Akasha implica una expansión de la conciencia humana. A medida que evolucionamos y desarrollamos nuestra conciencia, podemos sintonizarnos (acoplarnos según Matemática del Corazón) con el Akasha para recibir información y conocimientos más allá de nuestra percepción ordinaria. Otro concepto muy importante para lograr un estado de coherencia absoluta, fue acuñado por Carl Jung y se relaciona con el proceso anterior. Es la SINCRONICIDAD que se refiere a la aparición de eventos significativos, pero que aparentemente no están relacionados, actualmente sabemos que están conectados por un significado oculto para este plano de realidad. De igual forma, Laszlo también sugiere que esto puede ser una manifestación de cómo el Akasha transmite información y crea conexiones que parecen coincidencias. No es lo mismo una información que llegue de lo manifestado a otra que llegue del Akasha, ya que éste existe más allá del tiempo y el espacio, en coherencia cuántica absoluta.
La coherencia cuántica se refiere a la capacidad de una partícula o sistema cuántico paramantener relaciones no locales y entrelazadas con otras partículas o sistemas. Por supuesto, nos parece obvio, que esta coherencia sea un reflejo de la naturaleza totalmente interconectada del Akasha. Solo Maya, la ilusión, hace que tengamos la sensación de que algo está separado.
Acceder, experimentar y comprender el Akasha, nos permite una reconexión con la conciencia infinita y ese es, precisamente el tercer gran descubrimiento de Rollin McCraty en los laboratorios de Matemática del Corazón. Sus trabajos nos da una prueba inequívoca de que podemos tener acceso constante (aunque casi siempre inconsciente) a información y conocimientos más allá de lo que podemos experimentar en nuestra realidad cotidiana, lo cual nos plantea la idea de que existen niveles más profundos de realidad, que pueden ser explorados y comprendidos.
El primer descubrimiento fue la medición y descripción del campo electromagnético del corazón, la segunda fue su actividad de enviar, estando en coherencia, pulsos sincronizadores al resto de los campos de nuestro cuerpo y finalmente, el tercero (aunque no el último) es la naturaleza sutil y diferente de la información que obtenemos del Akasha.
El hecho de establecer una comprobada aceleración entre los procesos neuronales cardíacos, respecto a los cerebrales, es una prueba directa de que el corazón procesa una información cualitativamente diferente al resto de los conjuntos neuronales. Por ejemplo, anticiparse 5 segundos, tal como se vio durante años en los electrocardiogramas usados para la experimentación constante del Instituto, con la percepción visual de una imagen de alto impacto emocional, pero sabiendo ya el tipo específico de la imagen aún no percibida (placer o dolor), como este fenómeno fue observado de manera sostenida durante muchos años, el Dr. McCraty tuvo que admitir
que el corazón está directamente conectado a otro tipo de energía mucho más sutil por encima del tiempo – espacio. A los efectos de este escrito, no es otra cosa que la información que proviene del Akasha. En definitiva, las características, los procesos y la información del Alaska, es algo que deberíamos tener muy en cuenta en nuestra experiencia, es una realidad que ya era reconocida hace miles de años por el hinduismo antiguo y no solo es perceptible en un laboratorio, se puede buscar de manera consciente, en nuestra vida, a través de ejercicios y meditación.
Es sintonizar a través de la intención consciente, en estado de coherencia y de alta vibración. No existe contenido alguno que esté fuera del alcance de quien conoce este proceso, el más importante, sin lugar a dudas para la experiencia humana. No es una práctica más con la conciencia, no es una alternativa de muchas. El Akasha en coherencia con el campo energético del corazón y este, a su vez, con el resto de los campos de energía de un humano, es el camino que se siguió hace miles de años y hasta hoy, para mejorar esta experiencia humana por difícil que parezca.
En otras palabras, ese campo sutil descubierto por los trabajos experimentales del Instituto Matemáticas del Corazón, es otra manera de referirnos al Akasha, tal vez el nombre más antiguo que existe, en referencia a ese campo informacional y consustancial con la conciencia infinita. De esta manera entonces, el Akasha puede entenderse como un campo de naturaleza cuántica. Un tejido informacional, que subyace a todas las cosas y fenómenos de la totalidad.
De manera consciente, la experiencia directa con el Akasha a través del campo energético del corazón en coherencia con todos los otros campos del cuerpo humano (acoplados y sincronizados), es lo que abre nuevas perspectivas en nuestra comprensión del sentido de la vida, en relación a la constante actividad evolutiva de la conciencia. El Instituto Matemáticas del Corazón, llama a este proceso la INTELIGENCIA DEL CORAZÓN y se trata de conectar con la intuición del corazón de manera creativa y unificadora, para obtener los consejos orientativos que necesitemos en cualquier momento.
Para lograr lo anterior, el mencionado Instituto a creado a través de sus 30 años de trabajo una serie de técnicas y ejercicios, para vivir desde el corazón, no desde el cerebro y conseguir reunir todas las piezas del rompecabezas que constituye nuestra búsqueda del sentido y la plenitud en la vida.
Son herramientas en apariencia sencillas, pero muy efectivas para acceder a la intuición de nuestro corazón y optar por las mejores opciones para obtener un máximo de beneficios. Todos los ejercicios guiados que utiliza la TERAPIA PUNTO CERO de VIDA COHERENTE, fueron realizados a partir de los principios y descubrimientos estudiados en los informes de investigación y las pruebas que Matemáticas del Corazón, constantemente realiza e informa a través de sus páginas Web.
Estas herramientas son de gran importancia en estos tiempos de fuertes cambios y son capaces de aportarnos paz y una sensación de seguridad y plenitud en nuestro diario vivir. Nuestros pensamientos y sentimientos influyen en la bioquímica que rige en gran parte nuestra salud. Los pensamientos, las sensaciones, los sentimientos y las actitudes no son más que frecuencias vibratorias que podemos aprender a manejar si nos ponemos a ello poniendo en coherencia los procesos energéticos del corazón y ese campo sutil que se acopla en el proceso y que no es otra cosa que el antiguo Akasha hindú.
La humanidad necesita ahondar en la inteligencia, coherencia y conexión con el corazón para pasar de la separación a la cooperación y, así, hallar mejores soluciones para nuestros problemas tanto a nivel personal como global. Fue precisamente la INICIATIVA DE COHERENCIA GLOBAL, la propuesta del Instituto desde el 2012, la cual es, todavía, una asignatura pendiente que aún podemos aprobar como humanidad, cuando entendemos y perseveramos en ese proceso que llaman INTELIGENCIA DEL CORAZÓN: Es la mente que se conecta al infinito.