APRENDIENDO DESDE LA TOTALIDAD DE BOHM EN LA VIDA COTIDIANA.

David Bohm, propuso una visión de la realidad donde la totalidad y la interconexión son fundamentales. Enfatiza la necesidad de trascender la percepción fragmentada de la realidad que siempre conduce a errores de juicio y conflictos. Para aprender desde la totalidad en nuestra vida cotidiana, es esencial adoptar un enfoque que nos permita ver las interrelaciones y la unidad en nuestras experiencias.

1. Práctica de la Atención Plena: Una forma efectiva de conectarnos con la totalidad es a través de la atención plena. Este enfoque nos invita a estar completamente presentes en todo momento, observando nuestros pensamientos, emociones y el entorno, yo soy la Totalidad, cultivar esta conciencia, nos damos cuenta de que cada experiencia es parte de un todo mayor. Por ejemplo, practicar atención plena al comer nos permite disfrutar no solo de los sabores, sino también de cómo nuestra elección alimentaria afecta nuestro cuerpo, nuestra salud y el medio ambiente. Los alimentos chatarra, fumar, tomar alcohol y esas formas de matarse, influyen sobre la Totalidad, sin ir más lejos sobre todos los que te necesitan, porque esa persona, de esa manera, se mantiene al margen de lo que queremos lograr.

2. Participación en Proyectos Comunitarios: Involucrarse en proyectos que requieran colaboración grupal, esto fomenta un sentido de unidad y conexión. A través de estas experiencias, podemos ver cómo nuestras contribuciones individuales se suman a un esfuerzo mayor que beneficia a todos. Por ejemplo, participar en una iniciativa local para colaborar quitando los destrozos de una catástrofe “natural”, no solo mejora el espacio, sino que también fortalece las relaciones sociales y el sentido de pertenencia entre los miembros de la comunidad.

3. El Observador de Jacobo Grinberg: es una metodología totalmente compatible con esta propuesta de Bohm. Este Observador es diferente a todo lo demás: en plena ACEPTACIÓN y SIN RECHAZAR, observamos esas memorias que nos lastiman, no las JUZGAMOS, pero tampoco nos IDENTIFICAMOS con eso, eso no soy yo, fui abusado contra mi voluntad, soy mucho más que eso, soy la CONCIENCIA INFINITA y así continuamos todo el tiempo necesario hasta que ya no duela. Allí las incorporamos y cuanto peor fue, más se expande nuestra conciencia y nos pone más allá de esas cosas para siempre y ya no tengo que auto castigarme ni demostrar lo que valgo.

Aprender desde la totalidad implica un cambio de mentalidad hacia una perspectiva integrada. A través de la atención plena, la participación en la comunidad y aplicar la técnica del observador de Grinberg, podemos trascender la fragmentación y reconocer que cada aspecto de nuestras vidas está interconectado. Adoptar esta visión no solo enriquece nuestra comprensión del mundo, sino que también nos permite actuar de manera más conciente, hacia la TOTALIDAD.

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