Los avances en la investigación de la Conciencia

Por: Carlos Delfino

Johannes Kleiner, matemático y físico teórico del Centro de Filosofía Matemática de Munich, y Sean Tull, matemático de la Universidad de Oxford, están revolucionando las teorías científicas sobre la conciencia con la Teoría de la Información integrada (IIT).

Parten de una hipótesis muy castigada, más no refutada que ya estaba sugerida desde 2014, en la revisión de todo el trabajo del Dr. Stuart Hameroff  y el premio Nobel, Sir Roger Penrose.

El fundamento de todo lo manifestado es la CONCIENCIA (Espíritu), la conciencia no es un epifenómeno neuronal, sino que todo el Multiverso es un epifenómeno  ilusorio de la CONCIENCIA (Maya).

En efecto, la conciencia no se deriva de ningún proceso, pues no existe nada que sea anterior a ella (y esto se puede comprobar), de allí que es imposible definirla y, de ser así, afuera del cerebro debería haber objetos, lo cual es imposible.

El mundo es una especie de proyección cerebral, afuera hay una serie de energías que inciden sobre los receptores de los sentidos (y muchos otros), los cuales convierten esas energías en electricidad, único lenguaje que entiende el cerebro. Pero no hay objetos allí afuera, es el observador quien crea su propia realidad.
 
Esta afirmación es admitida por la mayoría de los neurocientíficos, aunque no tenemos dudas que muchos todavía estén con la antigua postura, buscando siempre hipótesis que chocan de frente contra la realidad comprobada de que no existen objetos fuera del cerebro.

La misma creación de una nueva disciplina: Teoría de la Información Integrada (TII), es una prueba que muchos científicos del método holístico, trabajarán a partir de estos descubrimientos.

De igual manera el propósito de esta nueva teoría de la información es muy claro y definido:  

Si se pudo desarrollar un modelo cuántico de la conciencia basado en datos obtenidos del cerebro (en contra de toda la comunidad científica), nosotros podemos aplicar un modelo análogo a otros sistemas.

La aplicación de esta teoría consiste en un algoritmo muy complejo que, cuando se aplica a una descripción matemática detallada de un sistema, proporciona información precisa sobre el nivel de Conciencia de cualquier sistema.

Los seres humanos somos sistemas, es decir, conjuntos de elementos que interactúan. Es muy interesante el ilimitado potencial de esta técnica.

Cualquier persona, podrá medir su nivel de Conciencia, con lo que quedará en plena evidencia las reales motivaciones de las presuntas acciones que realiza en “beneficio de la humanidad.”

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