Cuando un bloqueo energético se genera en los campos electromagnéticos de una persona, comienzan a presentarse algunos síntomas de ello, como pueden ser diferentes enfermedades o conductas reactivas.
Cuando el flujo de la energía de estos campos se restablece, comienzan también a recuperar su correcto funcionamiento hasta restablecer por completo el equilibrio de todos los sistemas, incluyendo el sistema nervioso, con lo cual comenzará a notar una mayor resiliencia ante los retos de la vida y una mejoría también en los estados de salud.
Si somos capaces de trabajar en nuestros bloqueos energéticos y en nuestros patrones neuronales podremos, sin duda, tener una mayor capacidad de reacción ante los sucesos del día a día y dejaremos de reaccionar acorde a nuestros condicionamientos y programaciones.
La salud física y emocional obviamente también tendrán su mejoría puesto que todo es energía, nuestros órganos y sistemas comenzarán a trabajar de manera coherente y ordenada, dando como consecuencia una mejoría en sus funciones.