Desde la cultura popular, recuerdo una máxima que dice: “DE POETA Y DE LOCO TODOS TENEMOS UN POCO”. Es cierto, la mayoría de las personas pueden tener características narcisistas, pero no todos te arruinan la vida, te mienten constantemente, planean movimientos en tu contra o te traicionan con toda tranquilidad.
Es por ello, que la sociedad humana, donde se ve de todo, no puede ser causa directa de una psicosis peligrosa, como el TRASTORNO NARCISISTA DE LA PERSONALIDAD,
No solo lo hemos investigado, sino que con esos datos y herramientas de vanguardia, estamos contribuyendo de manera muy activa con la TERAPIA.0, a generar un proceso de cambio para personas con este trastorno.
Las diferentes instancias tradicionales de la salud mental ya golpearon el martillo y condenaron a este tipo de enfermo con la cadena perpetua y hasta con la pena de muerte social.
El presunto aumento de las características narcisistas en la sociedad actual, sí ha llevado a cierto debate sobre si esto podría contribuir a un aumento masivo, a nivel de epidemia, de Trastornos de Personalidad Narcisista (TPN) en esta misma sociedad. Lo extraño es que, en lo personal, recuerdo casos extremos muy definidos desde toda la línea de Emperadores de Roma.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que el TPN es una condición clínica y diagnóstica que va más allá de tener rasgos narcisistas en cierta medida.
Si bien es cierto que la sociedad y la cultura contemporánea puede promover ciertas actitudes y comportamientos narcisistas, no se puede afirmar que esto sea la causa directa de un aumento en el número de personas con TPN.
El TPN es un trastorno complejo y multifactorial, influenciado por una combinación de factores genéticos, biológicos, ambientales y psicosociales.
Los estudios sugieren que hay una base genética y una vulnerabilidad psicológica (relacionada con los padres), subyacente en las personas que desarrollan TPN.
Aunque los patrones culturales pueden influir en la manifestación y en facilitar los rasgos narcisistas, no se ha establecido una relación directa de causa y efecto entre la sociedad actual y el desarrollo de TPN en individuos.
Además, es importante recordar que no todas las personas con características narcisistas desarrollarán un trastorno de personalidad.
No existe la culpa, es tan solo una programación y nadie puede mejorar si considera que sus problemas provienen desde afuera.
Así que en lugar de una “epidemia” de TPN, es más relevante centrarse en fomentar una cultura de empatía, respeto y autoconciencia emocional. Se puede, si lo trabajamos desde adentro, desde el mismo corazón.
Esto puede ayudar a contrarrestar los característicos negativos del narcisismo social, sumado a la gran cantidad y variedad de otros problemas que vemos todos los días y promover el desarrollo de una sociedad donde sus integrantes puedan aspirar a lograr una VIDA COHERENTE.