EL JUEGO DE ESTA VIDA

Lo más evidente de nuestra realidad, lo que salta a la vista y se presenta con claridad ante el sentido común, es que no estamos atrapados en un destino fijo; más bien, nos encontramos en un pasaje interminable que nos conduce hacia un destino incierto y fascinante.

La vida se asemeja a un camino serpenteante o a un río infinito que jamás deja de fluir. Símiles de este tipo han sido utilizados a lo largo de la historia por filósofos y escritores de diversas corrientes de

pensamiento. “No me baño dos veces en el mismo río”, solía afirmar Heráclito. Este pensador, que entendía profundamente la esencia de este juego vital, describía la “tensión” —normalmente traducida como “guerra”— que permea nuestra existencia. Para él, “la lucha entre opuestos es la que origina todas las cosas…”

Esta reflexión revela la intrínseca dualidad que caracteriza nuestra frecuencia de realidad. Cualquiera de nosotros tiene la potencialidad de alcanzar cualquier objetivo, de escalar las cumbres más altas de la vida, de superar a los demás en algún aspecto y, quién sabe, incluso convertirse en el multimillonario más prominente del planeta. Pero, ¿para qué? ¿Hacia dónde nos dirigimos con tales logros? En esta dimensión, es crucial entender que nadie realmente llega a un lugar definitivo.

Poseer una vasta fortuna, multiplicar títulos académicos hasta el punto de parecer inalcanzable, tener cinco doctorados acompañados de sus respectivos posdoctorados, y dominar con fluidez diez idiomas… ¿A qué lugar has llegado realmente? ¡A ninguno! Al final del día, mañana podrías partir de este mundo y, ¿adónde se irán todas esas posesiones y logros acumulados?

Es intrigante observar cómo nadie parece contemplar la muerte, cuando es, sin lugar a dudas, la certeza más ineludible que existe. Puedo carecer de certezas sobre muchas cosas, pero sé, con toda seguridad, que algún día dejaré de existir.

Entonces, ¿por qué trabajo, estudio y me esfuerzo tanto, si al final me iré tan desnudo como llegué a este mundo?

La respuesta radica en este juego intrincado y maravilloso. Lo que realmente llevamos con nosotros es la “expansión de nuestra CONCIENCIA”, es lo que logramos despertar dentro de nosotros mismos, el conocimiento que adquirimos sobre nuestro universo interior.

Lo exterior, la realidad tangible que percibimos, es un juego ilusorio, una mera proyección y resonancia de nuestro interior. Aprender a no sucumbir ante esa ilusión, a no “tirar la toalla” y seguir perseverando en nuestras convicciones y propósito vital (si es que has logrado encontrarlo) es el auténtico secreto de este juego. Perderse en la vorágine del trabajo en pos de lograr algo que, en realidad, nunca podrá ser alcanzado en su plenitud, no es una contradicción, sino una particularidad inherente a esta experiencia; en este juego, jamás llegamos del todo…

¿Tienes mucho más? Solo espera: ¡Seguramente desearás más! ¿Conseguiste aquello que parecía reservado para pocos? Al instante aparecerá alguien que te supere, un recordatorio de que este juego nunca termina. ¿Es posible que alguien esté riéndose de nosotros?

¡De ninguna manera! El único que está aprendiendo a reírse eres tú mismo. Hasta que no logres esta comprensión, seguirás atrapado en la tristeza. ¿De verdad piensas que aquellos que te traicionaron se sienten felices? De ningún modo, ellos deben aprender que todo es uno, que a nivel subatómico, todo está interconectado.

En este contexto, hay algo de lo que puedes estar muy seguro: ¿No lograste aprender? ¡volverás! Desde los años 60, la Universidad de Virginia investiga la reencarnación bajo la dirección del Dr. Jim Tucker, quien ha solucionado cerca de 4,000 casos. Su enfoque consiste en validar los recuerdos de niños de 5 a 7 años que relatan detalles de vidas anteriores, información que no podrían conocer de otra manera. La reencarnación se presenta como un hecho, aunque esta noción puede ser incómoda por tu memoria celular, han perseguido y exterminado a más de 50,000 personas por creer en esta idea.

Al mismo tiempo, existe una alternativa: mirar hacia el interior. En ese universo oculto al que la mayoría no accede, encontrarás descanso y una verdadera paz, que te prepara para renacer como un “súper humano”, alguien capaz de reírse de todo este circo. Desde 2012, se ha comprobado que todo está alterado y lo bueno o malo que haces a los demás te lo hiciste a ti. Este entendimiento, se basa en el descubrimiento del entrelazamiento cuántico (Aspect, 1982) y la hipótesis de David Bohm, que afirma que “todo está interconectado” y que cada parte del universo tiene la información de la Totalidad. Cuando Bohm menciona la Totalidad, algunos pueden pensar que el llegar allí sería aburrido, todo será igual. Pero Bohm siempre destacó la importancia de las partes. Al elevar nuestro nivel de CONCIENCIA, tenemos la capacidad de percibir el “Tejido”; comprendemos que, aunque hay diferencias, su conexión nos revela que todo es uno.

En este juego, los contrarios son necesarios, porque de lo exterior surgen la mentira, la traición y el desequilibrio, pero también la empatía y la compasión que fomentan nuestro crecimiento. No somos de aquí, simplemente estamos de paso, y con esta experiencia acumulamos autoconocimiento y fortalecemos nuestras conexiones. No olvides que los juegos no deben tomarse tan en serio. Lo que realmente importa es lo que llevamos con nosotros, aquello que habita en nuestro corazón y en sus sutiles conexiones. En la comunidad en línea VIDA COHERENTE, enseñamos y experimentamos estas verdades en grupo, brindando apoyo a quienes inician este camino, ya que, al final: “todos somos uno”.

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