Es la capacidad de elegir entre dos o más opciones relacionadas para llegar a un estado predeterminado.
Sin embargo, a medida que la neurociencia avanza, especialmente en Alemania, más científicos afirman que el inconsciente cerebral comienza a trabajar mucho antes de que tomemos conciencia de una decisión.
Esto fue descubierto en el laboratorio de Neurociencia de Berlín, bajo la dirección del Dr. John Dylan-Haynes.
En Alemania, esta idea es tan aceptada que ya se han creado varios proyectos de ley para mejorar el trato a los presos. Los consideran humanos enfermos y, al quitarles el peso de la culpa, la reparación de esa disfunción cerebral se convierte en una esperanza con sólidos fundamentos.
Además, existe un mecanismo cerebral que nos hace creer que la decisión fue nuestra, generando culpa. Esto ocurre en la parte final del proceso, cuando la señal ya está en las neuronas motoras y nosotros apenas comenzamos a tomar conciencia.
Esta hipótesis es respaldada por varios neurocientíficos de habla hispana. Uno de ellos es el Dr. Francisco J. Rubia Vila, Profesor Emérito de la Complutense de Madrid y autor de numerosos libros. En una entrevista con la revista Tendencias XXI, el Dr. Rubia afirmó que está totalmente de acuerdo con la hipótesis de que en el cerebro no existe el libre albedrío.
Pero, ¿qué pasaría si esta hipótesis tan controvertida no existiera?
Aun sin ella, el ego establece muchas pautas basadas en el miedo y en creencias limitantes formadas en el entorno, además de numerosos patrones estímulo-respuesta, muchos de ellos desarrollados desde la infancia.
A esto se suma la programación planificada de la raza humana durante miles de años, lo que nos lleva a la misma conclusión: desde el cerebro, no elegimos nosotros.
Sin embargo, somos almas experimentando en 3D, entidades totalmente libres desde nuestra parte espiritual. Además, los descubrimientos realizados en el Instituto de Matemáticas del Corazón en California indican que el enorme campo electromagnético del corazón está acoplado a otro campo más sutil, que no es otra cosa que la Conciencia Absoluta, nuestra energética Divinidad. Cuando logramos sincronizar el corazón con ese campo, podemos ejercer nuestra libertad por derecho propio.
Aprender a decidir desde el corazón es mucho más simple de lo que imaginamos y es el elemento más importante para manifestar correctamente nuestra realidad cotidiana.
Este será un reto de 30 días para lograr esa meta, SABER DÓNDE ESTÁ NUESTRO LIBRE ALBEDRÍO, con todos los elementos necesarios: una charla motivadora por día, los ejercicios de ayuda y el grupo de apoyo y atención personalizada, desde el primer día.
Te esperamos el lunes 26 de agosto que es el día cuando comienza este desafío, sin horarios específicos, que mejorará tu experiencia en todos los aspectos de la vida.