Embaucar a las personas con mentiras, por su dinero, es fácil, cualquier mediocre desinforma.
Incluso, sobre temas que tienen al menos un vestigio objetivo, lo puedo soportar. Per justo, este es un tema milenario, que no tiene ni siquiera una célula que demuestre su existencia. NO HAY UNA SIMPLE PRUEBA BIOLÓGICA QUE LO DEMUESTRE.
Haber visto, fotografiado, soñado, alucinado o cualquier otra prueba subjetiva, lo pueden jurar a los gritos ¡NO SIRVE COMO PRUEBA OBJETIVA, NI DE SENTIDO COMÚN! Los repites los animales cuadrúpedos con el cerebro más pequeño y limitado que existe ¡Solo instintos! Es por eso que la parte del cerebro humano puramente instintiva se llama “Cerebro reptil”.
Buscar reptilianos humanoides inteligentes es como esperar que un maniquí tome vida en una tienda de ropa; una ilusión que desafía la realidad o el sentido común en esto que llamamos realidad. La insistencia en este tema es tan absurda como un sombrero de copa en un pato; desentona con el sentido común y el pensamiento coherente.
Es un ejercicio de futilidad, un espejismo en el desierto de las puras y claras evidencias; cuanto más nos acercamos, más se desvanece la posibilidad.
La probabilidad de que los reptilianos humanoides se desarrollen hasta alcanzar una inteligencia comparable a la humana en otros planetas, como afirman (como si hubieran estado), es tan aleatoria como lanzar un dado en el espacio y esperar que aterrice en un número predeterminado.
Las señales misteriosas como la famosa ‘Wow!’ o las de “Próxima b.” son como fuegos artificiales en el cielo nocturno; brillan por un instante y luego desaparecen, dejándonos con más preguntas que respuestas. Son como susurros en un concierto de rock; incluso si contienen un mensaje, se pierden en el estruendo del cosmos.
En resumen, la búsqueda de reptilianos humanoides, especialmente los inteligentes, es como perseguir sombras en la oscuridad; un acto lleno de esperanza pero carente de sustancia. Aunque el Very Large Array (VLA) promete aumentar las probabilidades de ver vestigios fuera de la Tierra (aquí no hay), es como mejorar un telescopio para buscar unicornios; sin importar cuán claro veamos, lo que buscamos puede que simplemente no esté allí.”
Jamás digo no existe, solo que faltan pruebas, pero en este tema en, particular o me vienen con un miserable vestigio que tenga ADN o, a los que pretenden hacer dinero con esta ridiculez, los seguiré considerando enfermos mentirosos y traidores a su propia raza!